¿Quién es el responsable de reparar las humedades en la fachada de una comunidad?
Las humedades en la fachada de una comunidad de propietarios afectan a la estética del edificio, pero también pueden provocar graves problemas estructurales y de salud en sus habitantes. Las filtraciones, la falta de mantenimiento o una mala impermeabilización son algunas de las causas más comunes de estos problemas y es fundamental actuar a tiempo para evitar que se agraven.
Por eso, vamos a explicar qué se debe hacer cuando se detectan humedades en la fachada de una comunidad, quién es el responsable de las reparaciones y cuáles son las mejores soluciones para prevenir la aparición de humedades en el futuro.
¿Qué hacer ante la aparición de humedades?
Cuando se detectan humedades en la fachada de una comunidad de vecinos, lo primero que se debe hacer es identificar la causa del problema, por lo que lo más adecuado es contactar con una empresa especializada en la eliminación de humedades.
Las humedades pueden ser provocadas por diferentes factores, principalmente filtraciones de agua, fallos en la impermeabilización o fisuras en la estructura. Una vez se ha identificado la causa, es importante comunicar el problema al administrador de la comunidad o a la junta de propietarios, quienes deberán tomar las medidas necesarias para resolver el problema. Cuanto antes se aborde la situación, menores serán los daños y el coste de la reparación.
¿Quién es el responsable de reparar las humedades?
En la mayoría de los casos, la reparación de las humedades en la fachada de un edificio recae sobre la comunidad de propietarios. La fachada es considerada un elemento común del edificio, por lo que su mantenimiento y reparación es responsabilidad de todos los vecinos. Esto significa que los gastos derivados de la reparación serán sufragados por el fondo común de la comunidad o mediante derramas extraordinarias si no se tienen fondos suficientes. Y esto queda recogido en la Ley de Propiedad Horizontal, concretamente en el artículo 10a.
No obstante, si se determina que las humedades han sido causadas por una negligencia de un propietario como una mala instalación de ventanas o una fuga interna que afecte a la fachada, ese propietario es el responsable de cubrir los gastos de reparación (o su seguro).
¿Cómo actuar ante la presencia de humedades en la fachada?
Ante la presencia de humedades en la fachada de una comunidad, es esencial seguir unos pasos para garantizar que el problema se solucione de forma eficiente:
- Notificar el problema. El propietario debe informar al presidente o al administrador de la comunidad de manera individual, o a la junta de vecinos de forma general, de la aparición de humedades para que se tomen medidas cuanto antes. Un inquilino puede hacer lo mismo o acudir a su arrendador para que lo haga.
- Contratar una inspección técnica. La comunidad debe contratar a un técnico especializado en humedades para que realice una inspección y determine la causa exacta del problema.
- Solicitar un informe pericial. El informe pericial es clave para entender el alcance del problema y detallar las reparaciones necesarias. En algunos casos, este documento puede ser solicitado por la aseguradora.
- Establecer un plan de acción. Con la información del perito, la comunidad de vecinos debe convocar una junta para aprobar las reparaciones necesarias y su financiación.
¿Qué acciones se deben tomar una vez que se tiene el informe pericial?
Este documento proporciona una guía clara sobre las reparaciones necesarias y suele incluir recomendaciones específicas para solucionar el problema. Los pasos a seguir son:
- Convocar una junta de propietarios. En esta reunión, se debe discutir el informe pericial y aprobar las reparaciones necesarias. Normalmente, en base a esto, se solicitan presupuestos a diversas empresas.
- Contratar a una empresa especializada. La comunidad debe contratar a una empresa con experiencia en la reparación de humedades para llevar a cabo las obras tras aceptar uno de esos presupuestos y su forma de financiación.
- Supervisar las reparaciones. Un representante de la comunidad debería asegurarse de que el trabajo es correcto y en los plazos acordados.
- Solicitar una revisión final. Una vez concluidas las reparaciones, se puede solicitar una revisión por parte del técnico o perito que elaboró el informe pericial para confirmar que las humedades han sido reparadas definitivamente.
¿Cuál es el proceso para reparar las humedades en la fachada de una comunidad?
Cuando ya se ha detectado el problema y se ha aceptado el presupuesto, el proceso de reparación de humedades en la fachada de una comunidad puede variar en función de la gravedad y la causa del problema. En general, se actúa así:
- Limpieza y preparación de la fachada. Antes de proceder a las reparaciones, es necesario limpiar la zona afectada y eliminar cualquier rastro de moho, suciedad o materiales deteriorados.
- Reparación. Se debe solucionar el problema según la causa: si las humedades son causadas por fisuras en la estructura, estas deben ser selladas; si es un problema de impermeabilización, se deberá reforzar o sustituir los materiales existentes, etc.
- Acabados. La fachada se termina en función de la opción elegida por la comunidad.
- Reparación de daños internos. Si las humedades han afectado a los interiores de algunas viviendas, es obligatorio realizar las reparaciones correspondientes.
¿Cuáles son las mejores soluciones para prevenir la aparición de humedades en la fachada?
Proponemos algunas soluciones preventivas que pueden ayudar a mantener la fachada en buen estado:
- Mantenimiento periódico. Realizar inspecciones regulares de la fachada y los elementos comunes del edificio ayuda a detectar posibles problemas a tiempo.
- Revisión de canalones y bajantes. Los sistemas de evacuación de agua deben estar en buen estado para evitar que el agua se acumule y filtre en la fachada.
- Aplicación de impermeabilizantes. Esta medida preventiva es muy eficaz para evitar la aparición de humedades por filtración.
- Sellado de grietas y fisuras. Reparar cualquier daño de manera inmediata evita que se conviertan en vías de entrada de agua.