Humedad en casa: efectos en las personas mayores y cómo protegerlas
La humedad en casa no es solo un tema de incomodidad o de paredes manchadas. Para las personas mayores, puede ser un desafío diario que afecta tanto su cuerpo como su bienestar emocional.
La humedad no es solo un problema para las paredes o el mobiliario de un hogar; también tiene un impacto directo en la salud, especialmente en las personas mayores. Un ambiente húmedo puede desencadenar problemas de salud que van desde dolores articulares más intensos hasta dificultades respiratorias. Para quienes ya conviven con enfermedades crónicas o tienen un sistema inmunológico menos eficiente, estos efectos pueden sentirse con mayor intensidad.
Un hogar donde la humedad persiste también puede afectar el bienestar emocional de las personas mayores. El deterioro del ambiente, ya sea por manchas de moho o por un olor constante a humedad, genera incomodidad e incluso puede influir negativamente en el estado de ánimo. En los siguientes apartados, exploramos cómo la humedad impacta a este grupo y qué estrategias pueden ayudar a mitigar sus efectos.
Dolores articulares que empeoran
La humedad suele intensificar el dolor en quienes padecen artritis o artrosis. Días de aire cargado o lluviosos traen consigo una sensación de rigidez y mayor dificultad para moverse. Además, los cambios en la presión atmosférica, que muchas veces acompañan a la humedad, también afectan cómo se percibe el dolor. Algunas personas mayores describen estos días como especialmente duros para realizar tareas cotidianas.
Problemas respiratorios frecuentes
El moho, los hongos y las bacterias adoran los ambientes húmedos. Y para las personas mayores, esto puede traducirse en infecciones respiratorias que se repiten una y otra vez. La neumonía o la bronquitis crónica no solo son más comunes en estos casos, sino que también pueden complicarse y requerir tratamientos más largos. Mantener el aire lo más limpio y seco posible en casa es crucial para evitar que estas enfermedades respiratorias se conviertan en un problema constante. Según la Organización Mundial de la Salud, un ambiente limpio puede reducir hasta en un 20% la incidencia de problemas respiratorios.
La humedad y el estado de ánimo
Vivir en un lugar donde el moho cubre paredes o donde las habitaciones huelen a humedad también puede influir en el ánimo. Algunas personas mayores, especialmente quienes pasan mucho tiempo en casa, sienten un aumento del estrés y la ansiedad cuando el ambiente se deteriora por culpa de la humedad. En algunos casos, esto puede incluso contribuir a cuadros de depresión, sobre todo si también se enfrentan al aislamiento social.
Por qué sucede esto
La humedad crea las condiciones perfectas para que microorganismos y alérgenos se multipliquen. También hace que el aire sea más difícil de respirar. Estos son algunos de los mecanismos que explican su impacto:
- El moho y los hongos se multiplican: Liberan esporas que pueden ser inhaladas, irritando los pulmones y agravando condiciones preexistentes.
- El aire se contamina más fácilmente: Con humedad alta, los contaminantes biológicos en el aire aumentan, afectando más a quienes tienen asma o EPOC.
- Los sistemas inmunológicos enfrentan más retos: Especialmente en personas mayores, que ya tienen defensas más bajas.
Aunque no es posible eliminar la humedad del ambiente exterior, dentro de casa hay muchas estrategias que pueden marcar la diferencia:
Ventilar es clave
Deja que el aire circule. Abre ventanas en las horas más secas del día y utiliza extractores en el baño y la cocina. Esto ayuda a evitar la acumulación de humedad en el interior.
Invierte en un deshumidificador
Estos aparatos son una solución práctica para controlar los niveles de humedad en el hogar. La Agencia de Protección Ambiental de EE. UU. recomienda mantener la humedad relativa entre el 30% y el 50%. Esto no solo dificulta la proliferación del moho, sino que también mejora la respiración en general.
Soluciona filtraciones y grietas
Las paredes o techos con grietas pueden ser una entrada silenciosa para el agua. Detectarlas y repararlas puede prevenir grandes problemas a futuro. Según la Agencia de Protección Ambiental de EE. UU., reparar filtraciones no solo protege la estructura de la vivienda, sino que también disminuye el riesgo de enfermedades asociadas al moho. Considera impermeabilizar áreas propensas como sótanos o terrazas.
Usa materiales absorbentes
En espacios donde la humedad es difícil de controlar, como lavaderos o sótanos, materiales como el gel de sílice o el carbón activado pueden ser útiles para mantener el ambiente seco.
La humedad es mucho más que un inconveniente doméstico. Para las personas mayores, puede transformar un hogar en un lugar menos seguro para vivir. Sin embargo, con medidas simples como mejorar la ventilación, usar deshumidificadores y reparar filtraciones, es posible minimizar sus efectos.
Además de las personas mayores, los niños son particularmente sensibles a los efectos de la humedad en el ambiente.
Proteger a quienes más lo necesitan no solo mejora su salud física y emocional, sino que también les devuelve un hogar donde sentirse cómodos y tranquilos.
Para saber más sobre la humedad en el hogar y su impacto en la salud respiratoria, te recomendamos consultar la siguiente serie de artículos que desmitifican creencias erróneas, proporcionando información verificada y basada en evidencia:
- Mitos y Realidades sobre la humedad y la salud respiratoria – Parte 1
- Mitos y Realidades sobre la humedad y la salud respiratoria – Parte 2
- Preguntas frecuentes sobre humedad en casa y salud respiratoria
Pero sobretodo, recuerda: No subestimes el impacto que la humedad puede tener en tu bienestar y el de tu familia. Si sospechas que tu hogar tiene problemas de humedad, consulta con profesionales para identificar y solucionar el problema de manera efectiva.
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