Vivir con filtraciones de agua puede tener una serie de consecuencias negativas ya que se puede producir un daño estructural en tu vivienda, lo que puede llevar a daños importantes en el techo, las paredes, vigas y los cimientos.
Las humedades producidas por las filtraciones también pueden desembocar en problemas para la salud, ya que se puede crear un ambiente propicio para el crecimiento de moho y hongos y generar problemas respiratorios, malestar térmico, irritación en mucosas, etc.
Además, se puede producir una pérdida de eficiencia energética, ya el agua puede filtrarse en las paredes y techos, lo que puede reducir la capacidad de aislamiento de tu hogar y aumentar tus facturas de energía.
Las filtraciones de agua pueden afectar la electricidad de tu hogar si el agua entra en contacto con los cables eléctricos. Esto puede ser peligroso y potencialmente mortal.
Las soluciones definitivas no solo deben arreglar el material dañado, sino que es muy importante eliminar la causa raíz del problema, que en este caso es el agua para que no vuelvan a aparecer este tipo de filtraciones.