Aluminosis: ¿Qué es?, Causas y Cómo solucionarla
La aluminosis es una patología estructural conocida como “enfermedad del hormigón” que afecta a los edificios construidos con cemento aluminoso, un material que fue muy popular durante entre los años 1950 y 1977, año en el que se prohibió. Este tipo de cemento u hormigón, también conocido como cemento de aluminato de calcio, se usaba frecuentemente para la fabricación de vigas o viguetas de los forjados porque fraguaba más rápidamente que otras combinaciones de cemento al añadir sales de aluminio de manera desproporcionada.
Sin embargo, los años han puesto de manifiesto que tiene una vulnerabilidad importante bajo ciertas condiciones ambientales: puede experimentar una descomposición con una pérdida significativa de sus propiedades mecánicas. Este deterioro se debe a un proceso químico en el que el cemento se rehidrata, se vuelve más poroso (conversión) y pierde cohesión, lo que conlleva una aceleración de la corrosión y una disminución de su resistencia (carbonatación).
Este tipo de deterioro no solo afecta a la estética del edificio, sino que puede poner en riesgo la integridad estructural de las construcciones, de ahí la importancia de la detección temprana y el tratamiento adecuado de la aluminosis.
El riesgo de aluminosis aumenta en condiciones de alta humedad. Por lo tanto, además de afectar a la estructura del edificio, las zonas de la casa más propensas a experimentar este problema son la cocina, el baño y los sótanos.
¿Cuáles son las causas de la aluminosis?
La aluminosis es una patología que afecta a las estructuras de hormigón armado que contienen cemento aluminoso. La alta concentración de aluminia en este material provoca ciertos cambios químicos, especialmente cuando entra en contacto con ciertos agentes que pueden provocar la aparición y aceleración de la aluminosis como son:
- Humedad Alta: La exposición continua a ambientes húmedos acelera la reacción química que provoca la degradación del cemento aluminoso.
- Elevadas Temperaturas: Las temperaturas elevadas pueden acelerar el proceso de conversión del cemento aluminoso, disminuyendo su resistencia estructural.
- Carbonatación: La reacción del dióxido de carbono (CO2) del aire con el cemento aluminoso, que genera carbonatos y reduce el pH del hormigón, lo que disminuye su resistencia y facilita la corrosión de las armaduras de acero.
- Sulfatos: La presencia de sulfatos en el agua o el suelo puede reaccionar con los componentes del cemento aluminoso, formando compuestos expansivos que deterioran el hormigón.
- Mala Calidad del Agua de Mezcla: El uso de agua con impurezas o alto contenido de sales durante la mezcla del cemento puede acelerar la degradación.
- Deficiencias en la Fabricación: La falta de control de calidad durante la fabricación del cemento aluminoso o el mal diseño de la mezcla de hormigón pueden contribuir a la aparición de aluminosis.
¿Cómo detectar la aluminosis? Síntomas de la aluminosis
Detectar la aluminosis a tiempo es crucial para evitar daños y garantizar la seguridad. Algunos síntomas comunes de la aluminosis incluyen:
- Desmoronamiento y fragilidad del cemento. Las estructuras afectadas pueden mostrar signos de desprendimiento o textura arenosa.
- Fisuras y grietas. Especialmente aquellas que se agrandan con el tiempo.
- Cambios en el color. El cemento puede adquirir un color más oscuro o manchas ocres por las reacciones químicas internas.
- Debilitamiento estructural. En casos avanzados, la aluminosis puede causar un debilitamiento perceptible de la estructura como el hundimiento de suelos o la inclinación de paredes.
Para una detección temprana es recomendable realizar inspecciones técnicas periódicas por parte de profesionales cualificados que puedan identificar estos y otros signos menos obvios.
¿Cómo se trata y qué soluciones tiene la aluminosis?
Las soluciones habituales para la aluminosis incluyen:
- Una inspección y un diagnóstico profesional. Lo primero es realizar una evaluación detallada por parte de ingenieros estructurales para determinar la extensión y la gravedad del caso.
- Un refuerzo estructural. Dependiendo del grado de deterioro, puede ser necesario reforzar las áreas afectadas con láminas de acero o fibra de carbono.
- Solucionar los problemas de humedades. Si existen problemas de humedad es necesario eliminarlos para poder solucionar este problema.
- El reemplazo de elementos dañados. Las partes dañadas, especialmente las vigas y viguetas, pueden ser retiradas y reemplazadas.
- Un mantenimiento regular. Implementar un programa de mantenimiento preventivo puede ayudar a detectar y abordar problemas antes de que se agraven.
¿Cuánto puede durar un edificio con aluminosis?
La durabilidad de un edificio con aluminosis depende de varios factores, incluyendo la gravedad de la afección, las condiciones ambientales y las medidas de tratamiento implementadas. La clave es un enfoque profesional para el manejo del problema.
Un edificio con aluminosis puede deteriorarse rápidamente en cuestión de pocos años si no se interviene y se ponen medidas inmediatas.
Sin embargo, con una detección temprana y un tratamiento adecuado, es posible prolongar significativamente la vida útil y segura del edificio durante décadas.